EUROCOPA FRANCIA´84, EUROCOPA FRANCIA´84

ALEMANIA

EURO´1984. Hinten v.l.: Bernd Förster, Wolfgang Rolff, Karl-Heinz Rummenigge, Hans-Peter Briegel, Guido Buchwald, Rudi Bommer; Mitte v.l.: Bundestrainer Jupp Derwall, Klaus Allofs, Uli Stielike, Hans-Günter Bruns, Rudi Völler, Karlheinz Förster, Lothar Matthäus, Co-Trainer Horst Köppel; vorne v.l.: Pierre Littbarski, Torwart Helmut Roleder, Torwart Harald Schumacher, Torwart Dieter Burdenski, Andreas Brehme.

El milagro de Arconada

Antonio Toca 5 de junio de 2008


No me cansaré de repetir que en aquella Eurocopa de Francia 84, España vivió tres milagros, pero pagó demasiado un único error. La memoria selectiva se acuerda del error de Arconada, yo diré siempre que la mala suerte se cebó con él (ver su cara tras visionar de nuevo lo que ocurrió, resulta una injusticia muy dolorosa). Ahora que viene la Eurocopa de Suiza y Austria, y recuperó aquellas imágenes, me siento orgulloso de aquella selección, de esa España por la que nadie apostaba y contra viento y marea se metió en la final de aquella Eurocopa. La mala suerte evitó que les aguasemos la fiesta a los franceses, porque el Dios del fútbol tan benévolo con la roja todo el año, nos hundió en un minuto.

Platini fue el mejor jugador de ese campeonato, marcar 9 goles en cinco partidos tiene mérito. Digo esto, porque hablando con un amigo, me comentaba que desde 1964, ningún español ha estado en el once ideal del campeonato. Y me extraña, sobre todo por aquella Eurocopa. Porque si se pregunta de verdad quien fue el mejor, la mayoría responde que Arconada (a Kahn le declararon mejor jugador del Mundial de Corea y Japón 2002, y el primer gol de Brasil en la final fue cantada suya, lo que son las cosas).

En las maneras de Casillas uno recuerda a Arconada, y más tras ver el vídeo. Recordaba el día de Alemania como un partido en el que el donostiarra nos mantuvo vivos hasta el último minuto, hasta el gol de Maceda seguramente es culpa suya. Tenía claro el milagro de Arconada frente a Dinamarca, pero no me acordaba de todas las paradas, en especial la del último minuto de la prórroga, la parada al lanzamiento de la falta y el paradón a bocajarro del despeje. Como recuerda Michael Robinson, sin esa acción, no habría habido final, y el hecho de que España la jugase se debe a Arconada. En la final de Glasgow frente al Leverkusen, recuerdo a Casillas, casi al final de la final realizar una acción parecida, una parada que al Real Madrid le valió el campeonato. Sin embargo, estos partidos quedan en la memoria selectiva por el triunfo, no por las acciones, y ese es el estigma que le ha tocado a Arconada.

Echando la vista atrás y a los archivos de vídeos que vamos recuperando, como en el milagro de Maceda frente a Alemania, me acuerdo de mi padre, 12 años después de su muerte, y en lo orgulloso que me sentí de disfrutar de mi selección ese junio del 84. Sólo recuerdo haber vivido algo parecido cuando la séptima del Real Madrid, al pensar en mi padre, llorando los últimos minutos del partido tras el gol de Mijatovic, disfrutando en soledad lo que él ya había vivido 30 años antes. Si pienso en esa Eurocopa, recuerdo que íbamos a la misma a disfrutar una clasificación que ni esperábamos, al “Sí, sí, sí, nos vamos a París” (que luego se cumplió), sin mayores aspiraciones que hacer un buen papel. Casi vivimos tres hazañas en tres partidos, ganando a dos de las tres mejores selecciones de Europa, y poniendo los cimientos de lo que luego sería poder aspirar a cotas mayores.

Corría 1984, hace ya 24 años, yo tenía 12, las manos a la cabeza y un gesto de asombro por las acciones de Arconada, al que recordábamos al grito que hizo famoso a Iríbar. El no puede ser de millones de españoles, surgió cuando la mala suerte golpeó a Arconada en la final, entre ellos el de mi padre. Lloré, no por haber perdido aquella final, sino por la ilusión que 22 jugadores españoles habían despertado en la España que quería entrar en la Comunidad Europea. Lloré, porque pese haber perdido, me sentí orgulloso de esa selección. Esa sensación no la he vuelto a vivir (algo cercano fue Mexico 86 y USA 94). Este verano me gustaría recuperarla, pero me parece misión imposible. Falta mi padre, demasiada ausencia, y mi hija aún es muy pequeña. Además, estos jugadores aún no han obrado milagros. Los Arconada, Maceda o Camacho de turno, sí están en ella porque traspasaron el límite de los actos cotidianos, y pese al desenlace, durante un mes de junio del 84 en Francia, para muchos españoles fueron héroes.

Áquella selección se construyó para ese campeonato sobre la base de Arconada, como en parte la actual con Casillas. Sobre la espalda de ese gran portero, jugamos nuestra última final a nivel de selecciones. Sobre la espalda del madridista, debemos depositar nuestras esperanzas.

ESPAÑA EN LA EUROCOPA 84

Con la fase clasificatoria a punto de finalizar, la clasificación era la siguiente:

1. ESPAÑA 6 5 1 0 11 5 11
2. HOLANDA 6 4 1 1 15 5 9
3. IRLANDA 7 3 1 3 12 10 7
4. ISLANDIA 8 1 1 6 3 13 3
5. MALTA 5 1 0 4 4 12 2

El Holanda-España que se tenía que disputar ahora era el partido decisivo. España tenía peor diferencia de goles que Holanda, y solamente había ganado por la mínima a los naranjas en el duelo jugado en territorio español. Ambas selecciones tenían que jugar contra Malta en su propio campo después de este partido. Por otro lado, Holanda estaba en ciernes de convertirse de nuevo en una de las mejores selecciones del mundo. España hizo todo lo posible en Rotterdam, pero los holandeses fueron superiores y vencieron 2-1; al menos quedó igualado el resultado particular, pasando a ser decisivo la diferencia de goles.



Houtman se zafa de Güerri y de Gallego.


Malta, que había hecho un papel malo, pero digno, se encargaba de cerrar el grupo, pero lo hizo con tres resultados desastrosos. En primer lugar cedió 8-0 ante Irlanda, y después 5-0 ante Holanda. Los holandeses debieron pensar que con 5-0 era suficiente para eliminar a España, y así lo parecía. Aquel 21-12-1983 toda España se concentró delante del televisor esperando la hazaña, con más corazón que fe. Se necesitaba ganar por 11 goles de diferencia para eliminar a los holandeses por goles marcados.

Casi nada más comenzar el partido en el Benito Villamarín de Sevilla saltó la primera alegría; el árbitro señala penalty a favor de España. Sin embargo todo se torna en decepción cuando Señor envío el lanzamiento al poste. Pesaba todavía mucho el mal papel realizado en el Mundial de 1982, y este fallo acabó un poco más con las esperanzas de los aficionados. En el minuto 15 Santillana avivó la llama con el 1-0, pero los malteses empataron nueve minutos después. Santillana completó un hat trick con dos goles más en los siguientes cinco minutos, pero de ahí al descanso no se marcaron más tantos.

El pesimismo era notable, como era lógico, pero en la segunda parte todo iba a cambiar. España iba a ser un ciclón, y los malteses, algo efectivos en la defensa en la primera parte, se mostraron completamente inoperantes en un segundo tiempo en el que estuvieron completamente a merced de los españoles. Esta vez la labor de levantar la moral fue Rincón, quien en el minuto 47 marcaba el 4-1. Sin embargo los goles no llegaban y la tarea parecía imposible; Rincón iba a tardar otros 10 minutos en marcar el 5-1.

Y de repente, el milagro comenzó a materializarse. Fueron 5 minutos para la gloria, los que van del 62' al 66', los que cambiaron la historia del partido y de la Eurocopa. Maceda tomó el relevo en el papel de héroe y anotó dos goles en dos minutos, en el 62' y 63'. El marcador era 7-1 y aún faltaba media hora; la gente se llenó de un optimismo que se convirtió en euforia cuando en el minuto 64' Rincón, y en el 66' Santillana ponían el marcador en 9-1. Era sencillamente increíble, la quimera estaba a punto de convertirse en realidad.

Pero de nuevo cunde la desesperación, pasan los minutos y los goles decisivos siguen sin llegar. En el minuto 77 el árbitro deja con diez a los malteses al expulsar a Digiorgio, allanando el camino de España. Era un hálito de esperanza para los aficionados, que empezaban a ver el sueño hecho trizas. Con un hombre más Rincón hace el 10-1 en el minuto 78 y Sarabia en el minuto 80 anota el undécimo. Comienza una agónica cuenta atrás con toda España esperando el duodécimo. No se tarda mucho, pero cada minuto es un infierno hasta que el zaragocista Señor marca en el minuto 84. Se desata la euforia en todo el país. Se teme que ahora los malteses amarguen el final, pero no hay motivo real para pensar en ello. En el minuto 88 Gordillo marcaba el 13-1 de la tranquilidad pero el árbitro lo anula. El final del partido acaba en una invasión pacífica de campo, que aún así hizo temer alguna acción de la UEFA, tan dura aplicando sanciones. El 28 de diciembre, siete días después, se hace pública la noticia de que la UEFA anula el resultado por la invasión de campo y que hay que repetir el partido. Era el día de los Santos Inocentes. España ya estaba en Francia; Holanda aún seguiría con su mala suerte hasta el Mundial 1986 en el que quedó eliminada también in extremis en la fase clasificatoria ante Bélgica.



El once titular que logró el 12-1 a Malta. Camacho, Maceda, Goicoechea, Señor, y el debutante Buyo; agachados posan Carrasco, Víctor, Santillana, Rincón y Sarabia.
La fase final en Francia tiene un comienzo decepcionante en cuanto a juego y a falta de gol. Encuadrados en el grupo con los poderosos germanooccidentales, nuestras esperanzas pasaban por dejar atrás a Portugal o a Rumanía. Sin embargo España no fue capaz en ningún momento de derrotar a estas selecciones. A falta del España-Alemania Federal y del Portugal-Rumanía, la clasificación era la siguiente:


1. ALEMANIA FEDERAL 2 1 1 0 2 1 3
2. ESPAÑA 2 0 2 0 2 2 2
3. PORTUGAL 2 0 2 0 1 1 2
4. RUMANÍA 2 0 1 1 2 3 1

Ambos partidos llegaban a la fase final del partido sin goles, y eso servía tanto a España como a Alemania Federal. El gran Schumacher detuvo un penalty a Carrasco; otra vez como el día de Malta el combinado español desaprovechaba un penalty en el partido decisivo. España no lograba desbordar a los alemanes, que conforme pasaban los minutos se iban conformando más con el empate. Pero en el minuto 81 Nené anota el 1-0 para Portugal que clasifica momentáneamente a los lusos, y comienza una agonía para España, que se estrella una y otra vez contra la defensa de Alemania Federal. Y con todo decidido llegó aquel cabezazo del enorme Maceda en el minuto 90 que dejaba en la cuneta a los alemanes y clasificaba a las dos selecciones ibéricas.



El mítico gol de Maceda ante Alemania Federal.
España no se iba a librar de la agonía en semifinales, no pudiendo superar (1-1) a la sorprendente potencia danesa que emergía en el continente. El árbitro inglés Courtney no vio un claro penalty de Arconada a Elkjaer, afortunadamente para los españoles. Tras una prórroga baldía en la que España jugó contra 10 por expulsión en el minuto 106 de Berggreen, las semifinales se iban a resolver desde los lanzamientos de penalty. Se marcan los 8 primeros (el árbitro hizo repetir el tercer lanzamiento danés, que finalmente acabó en gol). El noveno penalty lo falla Elkjaer y todo queda en manos de Sarabia, que anota el penalty decisivo y mete a España en la final.

Después de haber padecido tanto para llegar a la final, todos los españoles confiaban en poder lograr la victoria, pero España lo tuvo en contra aquel partido. Gordillo, y Maceda, que tan decisivo había sido a lo largo de la fase final, estaban sancionados por acumulación de tarjetas; el público y el entorno favorecían a Francia; el árbitro estuvo muy casero con un arbitraje sibilino, e incluso la suerte nos abandonó en el último momento cuando Arconada ataja un balón facil en el minuto 57 e incomprensiblemente se le escapa de las manos introduciéndolo en su propia portería. España no logra batir a los franceses, a pesar de que quedan con diez en el minuto 84 por expulsión de Le Roux. La alegría máxima llega para los locales con el 2-0, marcado en el último minuto por Bellone. Ahí acabo uno de los sueños más largos y más bonitos que ha vivido el fútbol español.


La alineación de España en la final: Arconada, Salva, Julio Alberto, Urquiaga, Gallego, Camacho, Carrasco, Víctor, Señor, Santillana y Francisco.

Dinamarca 1984

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Wofgan Rolff

Foerster

Litti

Schuhmacher

Matthaeus

Stielike

Historia de la Eurocopa: Francia 1984

24/04/2012 Toni Quintero
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La selección anfitriona ejerció su papel de favorita y consiguió levantar su primer título continental ante una España que contra pronóstico se plantó en el partido más importante del torneo.
Francia celebra su Eurocopa tras vencer a España 2-0 Francia celebra su Eurocopa tras vencer a España 2-0

Grandes selecciones como la URSS, Inglaterra, Holanda o Italia se quedaron fuera de la fase final, que se disputaría en Francia. El país galo organizaba su segundo torneo continental , tras haberlo hecho en la primera edición de la Eurocopa en 1960.

Esta vez, el equipo francés contaba en sus filas con el mejor futbolista europeo del momento, Michel Platini. Con él, un elenco de futbolistas de primerísimo nivel como Amoros, Tigana, Giresse o Luis Fernández. Una ocasión que el combinado francés esperaba no desaprovechar.

El formato de la competición varió muy poco. Dos grupos de cuatro selecciones, y las dos primeras de cada grupo disputarían las semifinales. Los franceses, encuadrados en el grupo A, vencieron con relativa facilidad a Dinarmarca, Yugoslavia y Bélgica, quedando así primeros de grupo con 9 puntos. Solo los daneses consiguieron seguir su ritmo, acabando segundos.

En el otro grupo, España finalizó primera tras vencer en el último partido a Alemania Federal por 0-1, gracias al gol de Maceda en el último minuto. La Roja consiguió el pase por delante de Portugal, que acabó con los mismos puntos que España, cinco, pero habiendo anotado menos goles. Alemania y Rumania se despidieron de la competición.

En semifinales España, que había sufrido para clasificarse para esta fase final, realizó un enorme despliegue físico ante los daneses, que demostraron ser una de las mejores selecciones del continente por aquel entonces. Con 1-1 al final del partido, los penaltis decidieron. España no falló un solo lanzamiento y se clasificó para una inesperada final.

Por su parte, Francia necesitó de la prórroga para derrotar a los portugueses en el estadio del Vélodrome. No fue hasta el minuto 119 de partido cuando un gol de Platini daba la tranquilidad a los galos y dejaba el 3-2 definitivo en el marcador.

La final disputada en el Parque de los Príncipes enfrentó a dos equipos muy distintos. España vivía de la furia de los Camacho, Gordillo, Señor, Sarabia, Santillana…Y Francia giraba en torno a un solo jugador: Platini. Fue este, el ’10′, quien metió el primer gol tras un lanzamiento de falta que no pudo atajar el portero español, Arconada. Después de ahí, España se vino abajo. Luego, en el minuto 90, Bellone anotaba el 2-0 que daba a Francia su primer título continental.

El papel de España

Nadie apostaba por los españoles en este campeonato. Y quizás, debido a eso, sorprendieron a todos plantándose en la final ante la anfitriona. La selección nacional consiguió el pase para la fase final en el mítico partido del 12-1 a Malta. Sin presión alguna fueron superando a sus rivales, y en la final todo era posible ante la Francia de Platini.

Gran parte de la final España sujetó sin excesivos problemas a Francia. Solo la mala suerte cambió el rumbo del partido. En el minuto 57 una falta lanzada por Platini provocó el fallo de Arconada, que no pudo evitar que el balón se le resbalara de las manos y entrara en su portería. A partir de ese momento las opciones españolas descendieron y Francia ejerció como la mejor anfitriona posible.