Gustavo NeffaDe Paraguay a Italia, y de allí a la Argentina, pero no le fue bien. Se casó con una tenista y ahora tendrá su propia escuela de fútbol
Este volante izquierdo paraguayo fue otra de las adquisiciones de Diego Maradona que sepultaron su carrera como empresario. Llegó a nuestro país en 1992, para jugar con la camiseta de Unión de Santa Fe, luego de que la Juventus lo haya cedido a préstamo.
En poco tiempo, varios equipos importantes querían contar con él por su habilidad y su buen manejo de pelota.
El Diez y Settimio Aloisio compraron un porcentaje de su pase y Boca puso el resto del dinero. Sufrió una lesión que lo mantuvo inactivo durante un largo tiempo y, como nunca volvió a jugar como antes, lo colgaron.
Dos años después, Neffa se incorporó a Estudiantes de La Plata, pero tuvo la misma (mala) suerte. Jugó solo 4 partidos y no pudo convertir goles.
Durante los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92, el paraguayo conoció a su compatriota Rossana de los Ríos; una tenista profesional que ha jugado dobles con Sharapova, Kuznetsova, Jankovic and Sanchez Vicario. Ambos son padres de Ana Paula, de diez años.
Tras su decepcionante paso por la Argentina, Neffa regresó al fútbol de su país. Estuvo dos años en el Club Sol de América, pero por la carrera de su esposa decidió radicarse en Estados Unidos.
En 2000, Neffa trabajó como jugador/entrenador de los Dallas Burns, de la Mayor League Soccer, pero solo participó en un solo partido de pretemporada.
En la actualidad, planea abrir una escuela de fútbol en Tampa, Florida, junto con Roberto Cabañas.
