www.gradavirtual.com/futbol/?p=606#more-606El Madrid de las 5 copasD.Santiago Bernabéu es sin duda el artífice y gran responsable de que el Madrid sea considerado por la mayoría como el mejor club de la historia y este Madrid de las “cinco Copas” es el icono del madridismo y representa la escenificación de la belleza del fútbol y el éxito sobre un terreno de juego.
El Madrid magistralmente dirigido por Bernabéu jalonó con la conquista de 5 Copas de Europa seguidas, dos subcampeonatos y una Copa Intercontinental, la mayor racha de éxitos de la historia del fútbol.
Todo comenzó gracias a la habilidad de Bernabéu y Saporta, que consiguieron que un argentino llamado Alfredo Di Stéfano, que tenía pie y medio en el Barça recalara finalmente en el Madrid y debutara con el conjunto blanco el 23 de septiembre de 1953.
Di Stéfano, la piedra filosofal
La ‘piedra filosofal’ de Bernabéu, fue Don Alfredo Di Stéfano, un jugador que inauguró una nueva era para este deporte. Por primera vez, se vio a un jugador total, que sabía desenvolverse en cualquier zona del terreno de juego con igual eficacia. La estrella madridista rompió con el prototipo de delantero clásico, que reduce su campo de acción al área. Se movía por todo el campo y el equipo giraba a su alrededor. Di Stéfano era el director de la orquesta, pero también el mejor solista.
Un auténtico equipazo
Basando su proyecto en la majestuosa figura de Alfredo Di Stefano, el Madrid incorporó a sus filas a lo mejor del fútbol nacional e internacional: jugadores como:
Canario, un futbolista que desarrollaba su juego pegado a la banda derecha, destacando por su rapidez, su precisión en el pase y su facilidad para encarar al contrario. Su faceta goleadora tampoco pasaba desapercibida, con una importante aportación en ese campo, como demostró luego en Zaragoza.
Del Sol, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol español. Comenzó como extremo izquierdo y posteriormente pasó al centro del campo. Interior fino que se dejaba la piel en el campo por lo que fue apodado el Siete Pulmones y Cepillito.
Puskas, hombre clave en todos los equipos que jugó, destacó por su extraordinario dominio de la pierna izquierda. Era capaz de dar pases medidos a los extremos, como Francisco Gento. A su vez poseía una gran velocidad, mucha visión y un poderoso remate, algo que la valió para ser apodado ‘cañoncito Pum’.
Santamaría, su posición era la de defensa central, duro, fuerte y efectivo. Aportó una tremenda seguridad a un Real Madrid que tenía una constelación de estrellas en la parte delantera del equipo.
Gento, su impresionante velocidad y los regates prodigiosos con los que dejaba sentados a todos sus rivales hicieron de su banda la más peligrosa del momento. No destacaba por su estatura, pero se convirtió en el extremo más rápido del mundo. Nadie en la época tenía su velocidad. Además poseía un terrible y potente disparo a puerta, tanto a balón parado como en carrera.
Kopa, el ‘Napoleón del Fútbol’, uno de los mejores jugadores franceses de todos los tiempos. Jugador rápido, habilidoso y gran especialista en los pases y asistencias. Un futbolista de gran elegancia, talento e inteligencia, sabía parar el partido pisando y escondiendo la bola como un maestro y era capaz de desequilibrar en el momento necesario.
Rial, un jugador genial en el pase largo, muy inteligente sobre la cancha, de gran visión de juego, con un gran remate de cabeza y un gran disparo. Un pedazo de futbolista argentino que contribuyó a la grandeza de Paco Gento y que llevó la batuta del Madrid junto a M.Muñoz y Di Stéfano.
La fábrica
Estos excelentes futbolistas y otros jugaron un papel secundario, pero no menos importante, deleitaron a los aficionados merengues en el estadio madridista al que Don Alfredo llamaba “la fábrica”, o la considerada como una de las mejores delanteras de la historia Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento, (temporada 58/59).
Las cinco Copas
Fueron cinco Copas de Europa consecutivas, conquistadas entre 1956 y 1960, completando así un dominio abrumador en el fútbol español y europeo. El conjunto de Don Alfredo se ganó el respeto y la admiración en el mundo entero.
Como era de esperar tuvieron el privilegio de hacerse con la primera edición de la Copa de Europa, cuya final fue disputada el 13 de junio de 1956 en el Estadio del Parque de los Príncipes de París.
El conjunto madridista que saltó al terreno de juego con la siguiente alineación: Alonso, Atienza, Marquitos, Lesmes, Muñoz, Zárraga, Joseíto, Marsal, Di Stéfano, Rial y Gento, se impuso 4-3 a un Stade Reims en el que destacaba un futbolista genial llamado Kopa (que muy pronto se enfundaría la camiseta blanca y ganaría muchos títulos con el Madrid). De aquel partido hay que destacar que a los diez minutos de partido, los franceses vencían dos a cero, pero entonces apareció la figura de Don Alfredo Di Stéfano que marcó un gol, se echó el equipo a la espalda y comenzó a cambiar la historia del Real Madrid.
A partir de aquí comienza la leyenda del Madrid de las “Cinco Copas continentales”.
Una leyenda que continuó con la conquista de su segunda Copa de Europa, disputada en 1957 a la Fiorentina (2-0), en la tercera de 1958 derrotando al Milan (3 a 2), en la cuarta disputada en 1959 derrotando nuevamente al Stade Reims 2-0. Para finalmente cerrar su abrumador dominio en el fútbol mundial el 18 de mayo de 1960, en Glasgow, en Hampden Park, con la conquista de su quinta Copa de Europa consecutiva, cerrando así el ciclo de triunfos más espectacular de la Historia del fútbol a nivel de clubes. Lo hizo endosándole un espectacular 7 a 3 al Eintracht con el que un equipo inigualable tocaba el cielo.
Para muchos este ha sido el mejor partido de la historia, a pesar de lo abultado del marcador, el Eintracht no renunció nunca al ataque y el Madrid bordó el fútbol en la segunda mitad. Capítulo aparte merece la sociedad formada por Di Stéfano y Puskas en aquel partido, el argentino marcó tres goles y demostró además de su calidad, que era uno de los jugadores más regulares en su rendimiento de la historia, por eso era el mejor del mundo. Y el húngaro que por entonces estaba un poco discutido, calló a todos con una impresionante exhibibicón. El “cañoncito” Puskas hizo historia al anotar cuatro goles en una final de Copa de Europa.
La exhibición madridista fue tal que al final del partido el presidente del Eintracht declaró que “el Madrid era el mejor equipo del Mundo”.