FUTBOLISTAS INGLESES EN EL EXTRANJERO., FUTBOLISTAS INGLESES EN EL EXTRANJERO.

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robertomas
view post Posted on 12/8/2009, 13:24 by: robertomas






Vinny Samways (UD Las Palmas)
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2008 AUTOR: Alejandro González http://britcorner.com/tag/samways

Samways: un estilista inglés con alma de guerrero


En los últimos tiempos venimos deleitándonos con las exhibiciones de los futbolistas españoles al otro lado del Canal de La Mancha. Los clubes ingleses, escoceses e incluso galeses se nutren de nuestro producto nacional porque el rendimiento que dan, tanto individual como colectivo, es muy alto y, además, son jugadores que se identifican plenamente con los valores del club al que defienden.

Sin embargo, si miramos a la inversa y echamos la vista atrás, son contadas las excepciones de futbolistas británicos que hayan triunfado realmente en nuestro país o que, de alguna manera, hayan calado de verdad en el corazón de nuestras exigentes aficiones. Tal vez, Beckham pueda considerarse el último que dejó, en cierto modo, su sello en nuestra liga.

Rotundos fracasos

Atrás quedaron rotundos y reiterados fracasos como los de Cunningham, Woodgate o Michael Owen en el Real Madrid, mi querido Stan Collymore en el Oviedo (duró apenas un mes), Peter Barnes y Ralph Meade en el Betis (dicen que este último no dio más de dos toques seguidos al balón el día de su presentación), Mark Hughes en el Barcelona (aguantó una temporada y se marchó al Bayern Munich) o el mítico Jerry Armstrong en el Mallorca (sí, aquel que anotó el gol con el que Irlanda del Norte nos mandaba directos al patíbulo en el Mundial 82).

También hubo éxitos

Pero también hubo algunos, los menos, que dejaron su impronta. Gary Lineker en el Barcelona, Michael Robinson y Sammy Lee en Osasuna, John Aldridge en la Real Sociedad, Steve McManaman en el Real Madrid y, sin duda alguna, el personaje que nos ocupa: Vincent “Vinny” Samways.

Vinny Samways, retirado en 2005, fue un futbolista atípico. Nacido en Londres en 1968, se formó en las categorías inferiores del Tottenham Hotspur, donde jugó 8 temporadas en el primer equipo. Combinaba una gran calidad en su pierna zurda, lo que le permitía distribuir el balón con gran fluidez desde su posición de volante central, con un temperamento muy fuerte, que le granjeó pronto una fama de jugador sucio y excesivamente duro. Curiosamente, en ninguno de los clubes por los que pasó le recuerdan como un buen defensor.

Durante su etapa en los Spurs consiguió el mayor éxito de su carrera, al hacerse con la FA Cup en 1991. Formó parte del once titular que derrotó en Wembley al Nottingham Forest. En aquel Tottenham destacaban el antes mencionado Gary Lineker, Paul Gascoigne, el fenomenal portero noruego Eric Thorstvedt y el siempre recordado Nayim. En frente un Forest que, como comentaba el otro día, daba sus últimos coletazos en la élite, con la presencia en sus filas de Stuart Pearce, Roy Keane y el especialista para penalties Mark Crossley bajo palos (¡el único portero capaz de pararle un penalty al genial Le Tissier en toda su carrera!) El resultado final fue de 2-1 para el Tottenham, con prórroga incluida. Crossley hizo su parte, deteniendo otra pena máxima, esta vez a Lineker, pero no sirvió de nada. Samways levantó un trofeo al que había contribuido notablemente.

2 millones de libras y al Everton

Su regularidad y buen hacer en el equipo del norte de Londres animó al Everton a desembolsar, en el verano de 1994, más de 2 millones de libras de la época para hacerse con sus servicios. La primera temporada con los toffees no fue del todo mala, aunque no colmó las expectativas que se pusieron en él. El comienzo de la campaña siguiente, por contra, fue inmejorable. Marcó un gran gol, el único del partido, que dio al Everton el título de la Charity Shield frente al Blackburn Rovers de Alan Shearer. Sin embargo, no consiguió asentarse en el equipo debido, entre otros motivos, a su mala actitud en el campo cuando las cosas no iban bien. La facilidad con la que era amonestado y sus continuas broncas empañaban los destellos técnicos que exhibía con el balón en los pies.

El resto de la temporada fue un calvario para él, con sendas cesiones al Wolverhampton Wanderers primero y al Birmingham después, equipos por aquel entonces de segunda división y donde apenas participó. Parecía que su carrera se había truncado y que no conseguiría remontar el vuelo. Entonces surgió la luz al final del túnel con la llamada de la Unión Deportiva Las Palmas. Vinny no lo dudó y cogió un avión a las Canarias, aunque apenas metió ropa en la maleta. Se equivocó…aún no sabía que allí le esperaban sus mejores años futbolísticos.

Aquella maravillosa U.D Las Palmas

Aquella U.D. Las Palmas era un equipo histórico en reconstrucción, que acababa de ascender a segunda división y que aspiraba a retornar a la máxima categoría en un período de 2 años. Contaba con un proyecto sólido, respaldado económicamente y con buenos futbolistas. El fichaje estrella había sido Oscar “Turu” Flores, al que se sumaba gente como Valerón (deslumbrando en sus inicios), Manuel Pablo, Orlando, Socorro, Simionato o Walter Pico entre otros. Samways conectó desde el primer momento con la afición, gracias a su calidad y sacrificio, transformando sus inútiles y violentas tarascadas de la Premier en un juego viril y generoso en el esfuerzo, pero sin malicia. Se había convertido, a todas luces, en un futbolista más maduro.

A lo largo de esa temporada hicieron buenos partidos pero el equipo acusó cierta irregularidad. Fue al año siguiente cuando se peleó realmente por el ascenso, quedando al final de la liga en una tercera posición que daba derecho a disputar una eliminatoria con el Real Oviedo. En el Carlos Tartiere cayeron 3-0, pero buscaron la heroica en el Insular. No pudo ser, ganaron 3-1 con una gran imagen, pero no fue suficiente. Hubo que esperar a la campaña 2000/2001 para que Samways y toda la afición amarilla vieran cumplido el sueño de jugar en la Liga de las Estrellas.


El gran capitán

Fueron 2 años en primera en los que Samways mostró sus mejores cualidades y acabó convirtiéndose en capitán del equipo. Continuaba con sus problemas de tarjetas pero se había ganado el respeto de compañeros y rivales. Sus peligrosos saques de esquina y faltas laterales, su visión de juego y su incansable trabajo en la medular le convirtieron en un futbolista de referencia, no sólo en la Unión sino en toda la categoría. Por ello y debido a una pésima segunda vuelta del equipo en la 2001/2002, que dio con sus huesos en segunda, acabó enrolándose en el Sevilla de Joaquín Caparrós, un técnico al que le fascinaban sus cualidades.

Aventura hispalense

Pero el destino había marcado que su máximo nivel habría de darlo en Gran Canaria y así fue. La aventura hispalense sólo duró hasta enero y desde ahí hasta su retirada pasó temporada y media disfrutando del fútbol en el modesto Walsall y unos meses finales en España con el Algeciras, fruto más de su corazón que de su cabeza.

Indudablemente, fue de amarillo donde vivió sus mejores años y allí, en la paradisiaca isla, todavía recuerdan con nostalgia la calidad y el enorme pundonor de Samways: un estilista inglés con alma de guerrero

 
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